Citas Bibliográficas
"En un lugar de la mancha... urbana: Iztacalco" - Rafael Ramírez Heredia.
- El 2 de Octubre no se olvida.
Una higuera, sembrada en un tambo, trata de sobresalir de su prisión y al verla recuerdo las higueras que existían en el patio de la casa del abuelo.
Diferentes por supuesto a esta higuera castrada que tiene por existencia el fondo del tambo de hierro que se encuentra en una de las calles del llamado Campamento 2 de Octubre, situado al poniente de la delegación Iztacalco.
Zona conflictiva que durante años fue campo de batalla de los grupos que trataban de regularizar su estadía en ese lugar. Sitio que presenta una serie de contradicciones como las mismas casas pues algunas se ven deterioradas como si nadie les hubiera metido mano, y otras por el contrario, se alzan fuertes, modernistas.
La higuera prisionera se encuentra en la calle León Guzmán casi esquina con Valentín Gómez Farías, es, digamos, el centro de la colonia ahora llamada Campamento 2 de Octubre, pero que por muchos años se llamó Benito Juárez, porque las autoridades no querían reconocer el título de la fecha de los asesinatos de Tlatelolco, y menos colocarle de una manera oficial ese nombre.
Al igual que en otras colonias de Iztacalco, los perros andan por las calles. Por más que hay batidas, razias, campañas, los perros van más alla de los controles y los arreglos. La colonia Campamento 2 de Octubre no se queda atrás de este problema, máxime - me dicen- que a veces son los mismos vecinos los que protegen a los animales aun cuando éstos no tengan dueño.
Una araucaria sobresale en la calle de Santos Degollado.
Sobre el llamado Campamento 2 de Octubre, el periodista norteamericano Alan Riding, en su discutido libro Vecinos distantes, dice:
En 1975, alrededor de unas 500 familias ocuparon unos terrenos baldíos en la zona de Iztacalco en la cuidad, bajo el mando de Francisco de la Cruz, indigena oaxaqueño que había migrado a la capital veinte años antes y, con el tiempo, había obtenido la licenciatura de derecho en la UNAM.
Era buen organizador y, pronto, los paracaidistas habian costruido su propia fábrica de bloques de cemento, una clinica de salud y un edificio de tres pisos para la comunidad, donde se imprimia un boletín semanal. De la Cruz tenía ambiciones políticas y propias, y después de que trató de unir a varias colonias de paracaidistas con una demanda solicitando títulos de propiedad de la tierra, la policía tomó medidas para aprehenderlo. Logró huir, pero varias casuchas fueron quemadas como advertencia. Después del cambio de gobierno en 1976, De la Cruz volvió y encontro que su liderato tenía contrincantes y que las autoridades explotaban esta división.
De la Cruz se la jugó entonces. Como presintió las diferencias políticas entre el regente de la ciudad, Hank González, y el predidente del PRI,a la sazón, Gustavo Carvajal, invitó a Carvajal a visitar la comunidad e incluso consideró la posibilidad de lanzarse como candidatodel PRI para las elecciones de diputado en 1979. Pero la alianza terminó muy pronto y De la Cruz perdió su protección. Al año siguiente, fue candidato para la gubernatura de Oaxaca por el Partido Socialista del los Trabajadores (PST), aunque no tuvo éxito y, cuando empezó a usar la organización de paracaidistas para proteger una flotilla de taxis "piratas" a cambio de tarifas normales, pasó de los límites que se toleran para el poder independiente. En abril de 1981, fue aprendido, 3000 policías, inclusive unos 500 montados, entraron al campo seguidos por bulldozers. Una semana después, el Campamento 2 de Octubre había desaparecido y De la Cruz empezaba a cumplir una larga condena.
Las placas que se encuentran en las esquinas donde informan el nombre de la calle, la colonia, la delegación y la zona postal, tienen bien marcado el nombre de Campamento 2 de Octubre, formado, según me entero, por ciento sesenta y seis manzanas.
-Polvo en el pentagrama.
Francisco De la Cruz nos recibe en su cuartel general. Una casa de tres pisos en cuya planta baja están sus oficinas.(¿Sería la misma que Riding menciona en su libro?).
El hombre nos aguardaba sentado en unas sillas colocadas en las aceras junto a otras personas. Al vernos se imcorporó y nos invitó a pasar al fondo donde estaba su despacho. El edificio no era nuevo, más bien oscuro y algo descuidado.
Una habitación fungía como despacho. En ella dos escritorios, archiveros, cuadros con motivos prehispánicos. Dos máquinas de escribir. Para mi sorpresa existía una biblioteca, quizá unos doscientos libros. A volandas veo algunos de los titulos, algunos de los autores. Tratados de sociología, de política, de marxismo, de leyes, y algunas obras literarias, García Márquez. Revueltas. Tambien hay una leyenda glorificando al Presidente Gonzalo, el de Sendero Luminoso.
Durante la charla estuvieron también con don Pancho, Sergio y un joven silencioso que después me enteré era uno de los hijos del lider.
Claro que me acuerdo , ¿cómo va a creer que no?, nací un 20 de enero de 1926, así que échele cuentas. Enel mero estado de Oaxaca, en la Mixteca, enun pueblito que se llama Santa María Nduyaco, que también se le conoce como la cañada del Sotol.
Yo tenía un papá borrachito, así como si fuera el mismo Pito Pérez, nada más que Pito Pérez era tristón y medio filósofo, en cambio cuando mi paá se echaba sus tragos le daba por ser agresivo, era violento y muy golpeador.
Fíjese nada más qué destino me esperaba, en un pueblo perdido en la sierra, yo sin saber leer ni escribir, con mi familia muy pobre y mi papá tan dificil, por eso lo estuve pensando mucho y una vez me decidí vendí dos borregos y con eso me pagué mi viaje a la ciudad de Oaxaca y de ahi a la ciudad de México.
Llegué a México allá por el año 1957 a 1958, así que ya no estaba muy pollito, pero como si acabara de nacer porque le digo, no sabía ni leer ni escribir, imagínese la impresion que me causó la ciudad, aunque yo había visitado una vez antes el D.F., fue en el año de 1947, pero me pasó como de noche, por eso cuando decidí quedarme, la ciudad me asistó, si yo nada mas había visto cerros pelones y animales.
Me bajé en la estación de Buenavista y me puse a caminar, me acuerdo que me puse a ver unos pollos en un aparador cuando un señor me dijo que si quería trabajar.
Claro que sí le contesté y ahi me empezó a llegar algo de suerte porque ese señor, aunque era un malviviente, era traficante y explotador de mujeres, me ayudo a trabajar.
Le servía de todo, de mandadero, de ayudante, de lo que fuera. Y entre trabajo y trabajo fui aprendiendoa leer y a escribir.
Pero pensé que era salir de lo malo para caer en lo peor, así que dejé al señor ese y me fui a trabajar por mi cuenta.
Ya para entonces conocía lo que hoy es el Campamento 2 de Octubre porque aquí me dieron refugio unos señores, que me ofrecieron un cuartito a cambio de un dinero que yo les pagaba, ese dinero me lo ganaba de cargador en la Merced, porque para eso del trabajo nunca me he rajado.
No me acuerdo quién me dijo que de cargador nunca iba a ganar para hacerme una casita, ya para entonces tenía mujer y un hijo, así que decidí meterme de boxeador, pero la verdad creo que nunca tuve las cualidades necesarias, aunque eso sí, los que me vieron pelear dicen que no era nada cobarde, pero en la vida, como en el boxeo no sólo es ser valiente, sino saber los secretosy en este caso tener algo más que le permita a uno ser campeón. Yo no tenía esa habilidad, o esa cosa con que uno nace para determinado asunto. Así que dejé el box y trate de hacerme torero.
Afuera de la habitaciónalguien tocaba una guitarra, lo hacía como acompañando la soledad.
Don Pancho no ponia reparos a que este escribidor fume, no sólo eso, sino que ofrece café o refrescos.
De vez en cuando, algún dato se le atoraba , a gritos mandaba a llamar a una persona y le pedía que le recordara lo que en ese momento se le andaba escapando.
Logré torear 14 novilladas y la verdad tampoco creí que era mi camino. Aunque le puedo decir que lo del toreosi me gustabamás el box, sería que el arriesgue era mayor, o que no tenía que darme de golpes con un ser humano.
El caso es que ahora me doy cuenta que lo que yo realmente quería era ser alguien en la vida, a lo mejor porque el recuerdo de mi papá no me dejaba en paz.
En el año 1959 por fin me construí una chocila aquí en Iztacalco.
Los colonos cuando vieron que yo siempre los andaba defendiendo, me dijeron que necesitaban un buen abogado, que yo estaba bien, pero que no tenía el conocimiento de las leyes y que por ese lado nos podían ganar, así que me puse a estudiar la carrera de leyes que por cierto me la pagaron todos los colonos. Ellos pagaron mis estudios. Nunca me recibí, pero si terminé la carrera de abogado.
La lucha por nuestros terrenos fue muy dura. Ni se imagina todo lo que pasamos, porque estos terrenos donde los que fueron motivo de muchas disputas. Entre autoridades y ricos nos los querían quitar. No se imaginaban que unos pobres como nosotros estuvieramos viviendo en este lugar, asi que durante once años fue una lucha y lucha, hasta que en el año de 1973 nos amparamos y ganamos.
Yo me quede como representante común del amparo.
En esa lucha tuvimos muchas decepciones, como el caso de un compañero que se llamaba Carlos Abelardo Cruz Morales a quien lo desterraron 5 años a los Estados Unidos.
Varios abogados estuvieron trabajando en el caso, pero todos fracasaron, fijese que el famoso licenciado Ignacio Burgoa nos cobraba docientos mil pesos -de aquellos. eh- y nos dijo que no nos aseguraban que ganábamos, pero ganamos sin él.
Si, le entre muy duro al movimiento de 1968, en ese puro año caí tres veces a la cárcel, con decirle que el mero día 2 de octubre me llevaron a Santa Marta Acatitla, de ahí que le pusieramos el nombre de Campamento 2 de Octubre.
El hombre bajo de estatura, moreno, charla con soltura, parece que lo que relata lo hubiera dicho varias veces. Dice que nunca ha intentado escribir sus memorias.
Ya con el amparo ganado, los colonos tuvieron una relativa tranquilidad y yo pensé que no debíamos de quedarnos en las puras reivindicaciones sociales aquí, sino que en toda la Republica había una gran cantidad de fregados que merecía nuestro apoyo, por eso me dediqué a ayudar con el lema de "Tierra y Casas".
En el año de 1975 fue cuando le entramos duro a lo de las reivindicaciones sociales, pero también empezanos a tener otros problemas aquí en el campamento, porque imaginese ustes que el licenciado Echeverrá y el licenciado Alemán se andaban peleando los terrenos porque los querían para algo de ellos, y en 1975, el presidente de la República era el licenciado Echeverría, no se le olvidem y uno de los hombres más ricos de México era el licenciado Alemán, así que ya se imaginará los líos que tuvimos, pero por fortuna el amparo y nuestras propiedades se salvaron de estos señores que le tenían puesto el ojo a nuestras propiedades.
La gran época de nuestro movimiento fue de 1975 a 1981. Porque en 1981 me metieron casi nueve años a la cárcel. Exactamente 8 años y tres meses.
Me empezaron a frecuentar unos gringos hasta que llegó uno de nombre Alan Riding; ya usted sabe, el que escribió un libro que se hizo medio famoso. Me visitaban muy seguido, decían que les gustaba mucho la comida que preparaban aquí las compañeras de la colonia. Alababan mucho los guisos y se estaban platica y platica hasta que una vez el señor Alan me dijo que yo debía de aventarme a ser gobernador de Oaxaca. Que ellos me ayudarian con dinero, con proyectos, con contactos con politicos mexicanos.
Total que me andaban calentando la cabeza, convenciéndome, hasta que una vez Alan me dijo que si yo quería ´podía ser gobarnador, sólo que después los tenía que ayudar a construir el canal de Tehuantepec.
Yo de plano me negué y despues de unas discusiones ya no quisieron volver a venir a comer aquí, y hasta me amenazaron que si pretendía llegar a la gobernatura, ellos se encargarían de llevarme a la cárcel.
Después Carvajal Moreno me insistió en que debía de dejar el movimiento y me ofreció que el gobierno me mandaría a España dándome una buena cantidad diaria para mis gastos.
Tampoco acepté, así que en el año de 1980 me aviento por el Frente Nacional Campamento 2 de Octubre, para gobernador de Oaxaca.
Mi contrincante era Pedro Vázquez Colmenares, y con todo el apoyo que éste tenía del gobierno, le gané en casi todas partes.
De vuelta viene a verme Carvajal y me dice que ya no la haga de pedo, así, con esas palabras, que ya no fuera cabrón culero, y me ofrece una diputación si me salía del campamento.
Claro que no acepté y entonces me dijo que si seguía de cabrón el profesor Hank me ina a rechingar, así me gijo.
Así las cosas cuando una vez llega a verme un señor de nombre Francisco Mancera, que segun todos simpatizaban con el movimiento, quien me invita a la delegación política porque ahí quería platicar conmigo el general Durazo.
Fuimos una comisión de quince personas, a todos nos detuvieron y después nos golpearon, nos insultaron y amenazaron con matarnos. Después me enteré que a Mancera le pagaron veinte millones de aquella época.
Después de las golpizas nos sacaron en unas camionetas y nos llevaron al reclusorio aunque eso primero no lo sabíamos porque nos llevaban vendados.
Uno de los que más nos golpeaba era un señor de apellido Cisneros que después se mató en un accidente de aviación en los Estados Unidos.
Luego del primer reclusorio, en helicóptero nos llevaron al reclusorio norte donde ya nos esperaban varias personas, entre ellas, aquel señor Sahagún Baca, Miyazahua y un tal Arturo Menduet, que decían era el contacto de la policía con los medios de información.
Detuvieron a un total de cincuenta compañeros. Poco a poco fueron saliendo algunos hasta que nada más quedamos diecisiete, de ellos eran cinco mujeres.
Eran los tiempos de López Portillo, a quien yo habia conocido cuando iba a la facultad de derecho, fue mi maestro, pero como yo en aquellos años era muy izquierdozo, andaba muy acelerado, el licenciado López Portillo me pidió un trabajo, me lo calificó y me dijo que ya estaba pasada esa materia.
Así me mandó a la fregada.
El Campamento 2 de Octubre tiene un total de setenta y dos hectáreas. Existe ahí una zona donde se encuentra una radiodifusora, es un gran lote bardeado, con una sola puerta.
Las viviendas son peor que chozas. El olor es muy desagradable.
Cuando este escribidor entró, de día siempre tuve un par de mujeres y un hombre, tras de mí, caminando en silencio, como si pasearan en medio de esa más que pobreza.
Francisco de la Cruz dijo, casi para terminar, que faltaban 2,675 familias por reacomodar, de las cuales docientas treinta estaban ya amparadas.
Don Pancho sale de la carcel en el año de 1989 y se encuentra que durante su ausenciase han consolidado otros líderes, de entre ellos sobresale un doctor de apellido Serna, de nombre Javier, quien a mediados de 1993, es el contrincante más peligroso para Don Pancho, pese a que éste lo menosprecia y dice que sus seguidores son muy pocos.
Ahora, mis hijos son los que más atienden a la gente, nos dice mientras la guitarra sigue entonando cuerdazos y deseos de llevar alguna melodía hasta la habitación con los libros y los adornos prehispanicos.
Le pido a Sergio que pase de nuevo por las calles de Guzmán y Gómez Farías, la higuera apenas se nota en la noche. Veo el tambo que la contiene y pienso en la necesidad de vivienda, en los problemas que esto trae, en las palabras de don Pancho, en el fragmento de ese campamento que no quiere -o no puede- olvidar los sucesos.
Primera edición: Noviembre de 1993
Editorial: Joaquín Mortiz, S.A. de C.V.
Grupo editorial Planeta.
Insurgentes Sur 1162-3°., Col. del Valle, Delegación Benito Juárez, 03100, D. F.
Portada: Socorro Camacho Falconi "Tres diseñadores"
"Vecinos Distantes: Un retrato de los mexicanos" - Alan Riding
Los migrantes a la ciudad sólo tienen la opcion de invadir y asentarse en tierras del gobierno o particulares y construir ahí sus viviendas. Netzahualcóyotl, situada dentro del estado de México pero que forma parte de la Ciudad de México, fue "invadida" por vez primera en los años sesenta y cuenta ahora con una población que pasa de los dos millones. Otros asentamientos improvisados cubren gran parte del noreste y el este de la capital. En fechas recientes, como la tierra disponible en las zonas de migración tradicionales ya estaba ocupada, los paracaidistas han empezado a diseminarse por los montes al occidente de la capital, donde empresas constructoras particulares habían proyectado viviendas más costosas.
El mero acto de las invasiones es conflictivo. En algunos casos, los paracaidistas son expulsados de las tierras particulares por la fuerza, por policias fuertemente armados, poco tiempo después de su llegada. Con más frecuencia, las incasiones las hacen antes del amanecer grupos organizados y dirigidos por un activista experto, con influencia o dinero suficiente para mantener a raya a la policía. La larga lucha por convencer a las autoridades de que "regularicen" la tierra y proporcionen servicios empieza entonces, aunque pueden estar por delante muchos años de peticiones. Con frecuencia, las instalaciones de servicios se demoran hasta que se distribuyen los títulos legales; mientras tanto, los paracaidistas roban energía eléctrica tomándola de una llave pública, y cavan hoyos para hacer sus necesidades. Sin embargo, el afán de superación es grande. Después de que los primeros ahorros se invierten en un televisor, las casuchas de madera gradualmente van sustituyéndose por muros de piedra o ladrillo mientras la campaña por obtener la propiedad del terreno sigue adelante.
Como quizá se requiera que el gobierno expropie terrenos particulares, la variable medular es la presión que pueda ejercer cada comunidad. Al hacerlo, debe seguir la tenue línea entre ser ignorados y reprimidos: no es preciso prestar atención a las colonias de paracaidistas mal organizadas, pero aquellos que son muy militantes están considerados una amenaza. La experiencia en el Campamento 2 de Octubre ilustra el dilema. En 1975, alrededor de unas 500 familias ocuparon unos terrenos baldíos en la zona de Ixtacalco en la ciudad, bajo el mando de Francisco de la Cruz, indígena oaxaqueño que habría migrado a la capital veinte años antes y, con el tiempo, había obtenido la licenciatura en derecho en la UNAM. Era un buen organizador y, pronto, los paracaidistas habían construido su propia fabrica de bloques de cemento, una clinica de salud y un edificio de tres pisos para la comunidad, donde se imprimia un boletin semanal. De la Cruz tenía ambiciones políticas propías, y después de que trató de unir a varias colonias de paracaidistas con una demanda solicitando títulos de propiedad de la tierra, la policía tomó medidas para apredenderlo. Logró huir, pero varias casuchas fueron quemadas como advertencia.
Después del cambio de gobierno en 1976, De la Cruz volvió y encontró que su liderato tenía contrincantes y que las autoridades explotaban esta división. De la Cruz se la jugó entonces. Como presintió las diferencias poolíticas entre el regente de la ciudad, Hank González, y el presidente del PRI a la sazón, Gustavo Carvajal, invitó a Carvajal a visitar la comunidad, e incluso consideró la posibilidad de lanzarse como candidato del PRI para las elecciones de diputados en 1979. Pero la alianza terminó muy pronto y De la Cruz perdió su protección. Al año siguiente, fue candidato para la gubernatura de Oaxaca por el Partido Socialista de los trabajadores (PST), aunque no tuvo exito y, cuando empezó a usar la organización de paracaidistas para proteger una flotilla de taxis "piratas" a cambio de tarifas normales, pasó de los limites que se toleran para el poder independiente. En abril de 1981, De la Cruz fue aprendido, 3000 policias, inclisive unos 500 montados, entraron al campo seguidos por los bulldozers. A una semana de esto, el Campamento 2 de Octubre habia desaparecido y De la Cruz empezaba a cumplir una larga condena.
A pesar de que el gobierno esta decidido a evitar que los paracaidistas se convertiran en un problema político, un movimiento urbano, conocido por el acrónimo CONAMUP, ha sido formado por numerosas organizaciones de militantes de los barrios populares. Al centrarse en demandas específicas y evitar una indentificación estrecha con partidos de izquierda ansiosos de captarlos, con frecuencia han tenido éxito. Sus demandas son espejo de sus necesidades: agua potable, drenaje, electricidad, calles pavimentadas, recolección de basura, más seguridad y, con más insistencia, la distribución de los títulos de propiedas. Muchos líderes de paracaidistas son miembros del PRI y, plenamente conscientes del potencial represivo del régimen, buscan patrocinadores y protectores entre los diputados y políticos del partido gobernante.
No obstante, con la salvedad de algunos de los problemas derivados del incremento de las tarifas de los autobuses en Netzahualcóyotl en 1981, el cinturon de miseria de la ciudad de México no ha visto algaradas ni saqueos. Inevitablemente se presenta la interrogante de si el gobierno atacará las necesidades de los pobres de la ciudad sin que haya amenaza de una explosión política. Los recursos del Distrito Federal están más limitados que nunca, pero en su pasado más rico las prioridades tampoco estuvieron debidamente enfocadas. Por ejemplo, en un momento en el que la escasez de agua en la ciudad impedía el rápido aumento de abastecimiento a los barrios pobres, el regente Hank González mandó que se construyeran elegantes fuentes nuevas cerca de su casa, en un barrio residencial. Mientras posponía los programas para pavimentar las calles de asentamientos nuevos de migrantes, gastaba cantidades exorbitantes en vías rapidas nuevas en otros puntos de la capital. Incluso el argumento de que los programas para la mejora de los barrios pobres meramente alientan a los paracaidistas perdía su fuerza ante la realidad de la constante migración hacia la ciudad. Mientras la ciudad de México ofrezca más esperanzas que el campo -o, de hecho, que otras zonas urbanas- los migrantes seguirán llegando.
Primera edición en español, mayo de 1985
Primera reimpresión, mayo de 1985
Editorial Joaquín Mortiz, S.A.,
Grupo editorial Planeta
Tabasco 106, México D.F., 06700
Pag. 316 - 318